Jorge Guerra, de ‘Al fondo hay sitio’, comparte su batalla contra la depresión y la lucha por sobrevivir

Jorge Guerra, el querido actor que interpreta a ‘Jimmy’ Gonzáles en ‘Al fondo hay sitio’, abrió su corazón y habló sobre su batalla contra la depresión. A pesar del éxito y reconocimiento que ha obtenido en la pantalla chica, Guerra ha sido seriamente afectado por esta enfermedad silenciosa.

En una entrevista con la psicóloga Lizbeth Cueva en su canal de YouTube ‘Todos sanamos’, el joven de 25 años compartió que a finales de 2022 atravesó por una profunda crisis que le impedía llevar a cabo sus actividades con normalidad. Durante al menos cuatro meses, tuvo que enfrentar una sensación de desasosiego, incluso durante las grabaciones de la teleserie.

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«Durante los últimos cuatro meses del año pasado estuve sumido en una profunda depresión. Dormía tan solo tres horas al día, a veces solo dos horas, y había días en los que no dormía en absoluto. Esos días fueron horribles. Tuve que dejar de conducir, incluso tuve que ser llevado al set de grabación«, afirmó con la voz entrecortada.

Admitió que su condición era tan crítica que en varias ocasiones pensó en quitarse la vida.

«Decía para mí mismo: ‘No vas a salir de aquí, no vas a salir de aquí’, lo único que pasaba por mi cabeza todo el día era: ‘Bueno, ahí está la ventana. ¿Por qué no te lanzas?’… No hubo un solo día durante esos cuatro meses en los que me levantara sin pensar en eso, no hubo un solo día en el que no deseara estar muerto«, sentenció.

También compartió la pérdida de una figura importante en su vida, a quien consideraba como una abuela y una segunda madre.

«Ella estaba muy cerca de mí y cada vez que atravesaba una crisis, acudía a ella. Fue como una abuela para mí, una segunda madre. Me educó y me dio el camino para seguir adelante. Falleció a los 93 años. Cuando recibí la llamada, estaba en medio de las grabaciones, me derrumbé y lloré con el equipo de ‘Al fondo hay sitio‘», detalló.

Según su testimonio, su recuperación fue posible gracias a una poderosa herramienta terapéutica basada en sus propias creencias.

«No sé exactamente en qué momento, creo que fue cuando volví a hacer deporte, que me impulsé a mí mismo y me dije: ‘Eres valioso, eres bueno, eres fuerte, puedes superar cualquier obstáculo y lograr todo lo que te propongas’. Me repetí estas palabras tantas veces que terminé creyéndomelas», concluyó.