El oscuro origen de la muñeca de El Juego del Calamar, inspirada en el pasado coreano

La tan esperada segunda temporada de El Juego del Calamar, el fenómeno surcoreano de Netflix, regresó con una dosis aún más intensa de suspenso y giros inesperados. En esta nueva entrega, lanzada el 26 de diciembre, uno de los personajes más emblemáticos y escalofriantes de la serie volvió a capturar la atención de los espectadores: Young-hee, la muñeca robótica que, desde la primera temporada, se convirtió en un símbolo de terror.

Esta temporada superó todas las expectativas al convertirse en el programa más visto durante su semana de estreno, acumulando 68 millones de visualizaciones. Además, contribuyó al récord de crecimiento de 18,9 millones de nuevos suscriptores para la plataforma de Netflix.

Lo que más sorprendió a los fanáticos fue el regreso de Young-hee en una escena poscréditos, ahora acompañada de Chul-su, su contraparte masculina, un personaje que ha generado gran expectación y que ha añadido una capa adicional de complejidad al universo distópico de la serie.

Un giro inesperado y una tradición cultural

El origen de la muñeca Young-hee no es puramente ficticio. Según Reuters, su diseño está inspirado en los personajes de los libros de texto escolares en Corea del Sur, especialmente en las décadas de 1960 y 1970, donde tanto Young-hee como Chul-su representaban valores como la amistad y el trabajo en equipo, enseñando a los niños coreanos sobre la importancia de la honestidad. Esta conexión cultural hace que su transformación en figuras siniestras, capaces de tomar vidas en el contexto de la serie, sea aún más perturbadora para los espectadores, especialmente para aquellos que crecieron con estas imágenes en su infancia.

La diseñadora de producción, Chae Kyoung-sun, también explicó que la apariencia de Young-hee se inspiró parcialmente en su propia hija, quien llevaba un corte de pelo estilo tazón. «Sus ojos son un poco locos. Es una máquina de matar y el movimiento de sus ojos tenía que ser fácil de ver, así que los hicimos bastante grandes», comentó Chae, explicando cómo el diseño de la muñeca fue pensado para transmitir una sensación de inquietud y terror.

Un nombre con significado

Además de su aterradora presencia, el nombre Young-hee tiene un significado profundo dentro de la cultura coreana. Traducido como “Flor eterna que nunca se desvanece”, hace referencia a la mugunghwa, la flor nacional de Corea del Sur, un símbolo de perseverancia y fortaleza. Este toque simbólico agrega una capa de profundidad a un personaje que, en su versión original, representaba la inocencia, pero que en el contexto de la serie se convierte en una figura aterradora.

De museo a pantalla

Aunque muchos podrían pensar que la muñeca Young-hee fue creada exclusivamente para El Juego del Calamar, su historia tiene raíces más complejas. En realidad, la muñeca gigante, que aparece en el mortal juego de “Luz roja, luz verde”, ya existía antes de la producción de la serie. Formaba parte de una exposición en el Macha Land Museum, ubicado en el condado de Jincheon, en la provincia de Chungcheong del Norte, Corea del Sur. Después de su participación en la serie, la muñeca fue devuelta al museo, donde se ha convertido en una atracción turística tanto para los fanáticos locales como internacionales.

Chul-su: El complemento masculino

El personaje de Chul-su, el nuevo compañero de Young-hee, también tiene una base cultural importante. Su diseño también fue inspirado por los personajes de los libros de texto, siguiendo el mismo estilo visual de Young-hee. Chae Kyoung-sun reveló que los bocetos originales de Chul-su ya estaban listos desde la primera temporada, pero no fue hasta ahora que se incluyó en la narrativa. «Piénsalo como un amigo, un compañero», dijo Chae, resaltando la conexión simbólica entre ambos personajes y cómo, juntos, crean un nuevo y oscuro capítulo en la historia de El Juego del Calamar.