Foo Fighters aborda el duelo en uno de sus álbumes más sobresalientes

“Llegó en un instante. Llegó de la nada”, se escucha el grito de Dave Grohl mientras las guitarras distantes y una batería explosiva marcan el comienzo del onceavo álbum de estudio de Foo Fighters. Luego, el cantante canta un verso cargado de desconcierto y arrepentimiento: “Sucedió tan rápido y después todo había terminado”, lamenta el músico, con la voz quebrada en la última palabra.

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But Here We Are, con su título sincero, retrata el duelo de manera franca, a través de un lenguaje fácil de digerir, negándose a ocultar la maraña de sentimientos que surgen tras una pérdida. En ‘Under You’, Grohl canta con voz susurrante: “Alguien dijo que nunca volvería a ver tu rostro/Parte de mí se niega a creer que es verdad”, mientras la canción se transforma rápidamente de una guitarra nostálgica a un flashback de power pop, culminando en el tipo de coro que ha llenado estadios y festivales por décadas. Luego, llega el momento más angustioso del álbum en ‘Hearing Voices’: “He estado escuchando voces”, repite el cantante una y otra vez antes de admitir: “Ninguna de ellas es tuya”.

Desde su formación en 1995, Foo Fighters se ha convertido en una de las bandas de rock más consistentes, lanzando álbumes que han llevado la turbulencia del rock alternativo de los 90 al nuevo milenio, mientras encabezan grandes festivales con la espontaneidad que solo los mejores pueden ofrecer.

De alguna manera, But Here We Are da un giro al guion que la banda ha seguido, enfrentando las repercusiones de las cosas que ocurren sin previo aviso, como cuando las personas que han sido pilares en tu vida son derribadas de repente y de la manera más cruel.

El álbum posee la vitalidad que se esperaba, dada la serie de eventos previos a su lanzamiento, pero su negativa a tomar el camino fácil al atravesar el duelo hace que las líneas de batería (a cargo de Grohl por primera vez en un álbum del grupo desde 2005) golpeen con mayor intensidad. Las guitarras, algunas de las cuales evocan los éxitos menos comerciales de los 90, también remueven todas las fibras. Incluso las canciones más tranquilas, como la envolvente ‘Show Me How’, con la voz de Violet Grohl, tienen un carácter apremiante que convierte a But Here We Are en una experiencia inmersiva.

Los dos últimos cortes son los más intrigantes. ‘The Teacher’ es una épica de 10 minutos que comienza con riffs agresivos que se elevan hasta convertirse en una locomotora impulsada por la batería y la guitarra. En un instante, se detiene para reflexionar sobre todo lo que ha perdido, pero luego retoma su velocidad impetuosa hasta llegar al punto en el que Grohl dice «adiós» entre la distorsión y la estridencia de la música. Luego, termina abruptamente y es seguida por ‘Rest‘, una elegía hermosa que se transforma en una cacofonía