La Rock & Pop Gene Simmons de KISS: La noche extravagante que lo llevó a drogarse por accidente
Written by LA ROCK N POP on 21 de febrero de 2024
Gene Simmons, el legendario músico de KISS, ha revelado en múltiples entrevistas que nunca ha consumido drogas ni se ha embriagado en su vida. Sin embargo, recientemente compartió una anécdota sobre cómo accidentalmente ingirió brownies de cannabis después de un concierto en los años 70.
Durante una entrevista en el podcast Your Mom’s House, en compañía de su hijo, Simmons compartió la divertida historia. «Nunca antes ni después me había pasado algo así», admitió, señalando que «no estaba preparado para ello».
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La extravagante noche de Gene Simmons
El incidente tuvo lugar en 1976, luego de un concierto de KISS en Detroit. Simmons describió la escena: «La habitación estaba llena, y yo solo veía montones de brownies. Y me encantan los brownies. Todos estaban como ‘Vamos a fumar, vamos a meternos cosas por el culo’. No, dame pastel». Sin embargo, el cantante no sabía que los brownies contenían cannabis.
Simmons asegura que consumió seis brownies, momento en el que comenzó a sentir los efectos de la droga. «La habitación empezó a expandirse, y mi cabeza a contraerse… hasta ser del tamaño de una aceituna».
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Continuó: «Recuerdo que abrí los ojos de par en par para aparentar normalidad. Y mientras me movía, mis manos, a medida que se alejaban, se volvían enormes, como en los dibujos animados».
Afortunadamente, la editora de la revista Creem ayudó a Simmons a subir a su limusina. «Cada paso que daba, mis pies se volvían gigantes. Hablaba muy alto porque pensaba que nadie me escuchaba».
Después, decidieron parar en un barrio de Detroit para conseguir algo de beber. «Yo vestía cuero y todos me miraban… porque creía que tenía la cabeza pequeña. Así que pedí un vaso de leche a gritos», relató entre risas.
Al regresar al hotel, incluso la llave de la habitación parecía enorme. «Diré que nunca he sido tan grande en mi vida», bromeó Simmons.
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Aunque la historia es cómica, Simmons explicó que nunca consumió drogas ni alcohol por respeto a su difunta madre, sobreviviente del Holocausto. «Ella estuvo en un campo de concentración a los 14 años. Nunca quise decepcionarla», dijo. «Siempre fui consciente de que nunca quería decepcionarla: ya había suficiente sufrimiento. Así que nunca fumé cigarrillos, nunca me drogué, nunca me emborraché».
