Kiss vende todo su imperio y prepara una experiencia inmersiva con George Lucas

Paul Stanley habla sobre el adiós de Kiss y su legado eterno

El mundo de la música está presenciando el cierre de una era, con bandas legendarias despidiéndose de los escenarios. En el caso de Kiss, el impacto no solo es emocional, sino también comercial.

En una reciente entrevista en el podcast «Off The Cupp With S.E. Cupp», el guitarrista y cantante Paul Stanley reflexionó sobre el fin de la banda y el futuro de los icónicos personajes que construyeron a lo largo de más de 50 años de éxito.

El fin de una etapa y la venta de Kiss

Kiss tomó una decisión sin precedentes en la industria: vender todo su catálogo, incluyendo su música, logo e imagen, a Pophouse, la compañía detrás de los innovadores conciertos con hologramas de ABBA.

«La vida es una calle de un solo sentido que se va estrechando. El tiempo es valioso. Claro que extraño estar frente a 50 o 100 mil personas en un escenario, pero hay una diferencia entre extrañar y añorar», comentó Stanley.

El músico comparó su retiro con el de figuras icónicas del deporte: «Michael Jordan probablemente extraña jugar, pero hay cosas que simplemente no puedes seguir haciendo. Lo que hice con Kiss era un desafío físico y vocal, y llega un momento en el que hay que aceptar que no se puede más».

El legado de Kiss seguirá vivo

A pesar de su retiro, la banda no desaparecerá. Según Stanley, el futuro de Kiss estará en una innovadora experiencia musical inmersiva, prevista para 2027, en la que incluso estará involucrado George Lucas.

«Vendimos Kiss, algo sin precedentes en la música. Me refiero a todo: el logo, el maquillaje, la música… Pero los personajes seguirán vivos. Gene (Simmons) y yo seguimos participando en este proyecto, así que el legado de Kiss será eterno», aseguró.

El escenario ya no es una opción

Stanley dejó claro que su regreso al escenario no es viable: «Si pudiera subirme a cantar con ropa de calle y simplemente estar frente al micrófono, lo haría. Pero eso no es Kiss. Kiss es un espectáculo completo, y eso es algo que no puedo seguir haciendo».

Aunque admite que hay un componente emocional en esta despedida, sabe que es lo correcto: «Intelectualmente entiendo por qué paramos, aunque emocionalmente duela. Pero así es la vida».

El Starchild se despide, pero la leyenda de Kiss continuará escribiendo su historia en nuevas formas para las próximas generaciones.